XXY
es una película argentina cuya trama está basada en el tema de la
intersexualidad. Abarca desde la manera en que esta condición se desarrolla en
un contexto actual, el sentir tanto de la persona intersexual como de su
familia, hasta las consecuencias que dicha condición puede traer consigo en una
cultura llena de tabúes y desaprobación social.
La
historia relata la vida de Alex, una persona de 15 años que es intersexual.
Aparentemente se encuentra en una etapa crucial de su vida, ya que se siente
muy confundida respecto a su sexualidad. Al mismo tiempo se entrelazan otras
historias que permiten ver cómo la intersexualidad (lo anormal) es percibido dentro de una sociedad; se observan tanto los
padres de Alex, que se encuentran aún más confundidos que ella, el cirujano
encargado de eliminar los defectos, dos adolescentes en pleno despertar sexual,
así como la gente hostil que se encarga de señalar y humillar a todo aquel que
no se adecue a la norma.
Alex
es hombre y mujer a la vez, no se le puede asignar un único sexo debido a que
posee ambos. Estamos acostumbrados a clasificar ya sea a los seres humanos o a
los animales como varones y hembras, no más, pero ¿qué pasa con aquellos (que
aparentemente son más de los que nos imaginamos, de acuerdo a la lectura de Costello) que no encajan bajo ninguna
de estas clasificaciones?
Al
momento de nacer, las personas intersexuales se ven rodeadas por una absoluta
confusión generada por su entorno, aunque en un principio sean incapaces de
percibirla. Sus padres tienen que decidir si le ponen nombre femenino o
masculino, tienen que registrarlo asignándole un sexo determinado, tienen que
imponerle un rol de género, entre otras cuestiones. Estos son tan sólo uno de
los cuántos problemas con los que tiene que enfrentarse el recién nacido desde
que llega al mundo, viéndose condicionado por las decisiones que los otros
hacen por él.
¿Y si no hay nada que elegir?
En
un punto de la película Alex le hace esta pregunta a su padre, la cual me
parece sumamente relevante. A lo largo de la trama es muy evidente observar en
todos los personajes las ideas que giran en torno a la intersexualidad; todos
creen que no hay puntos medios, a fuerzas tienes que ser hombre o mujer, tienes
que decidirte por una de estas opciones. Elegir no elegir no es válido.
La
lectura de Geertz que revisamos la semana pasada puede relacionarse a la
perfección con la trama de esta película. El autor nos muestra cómo la cultura
de cada contexto funciona como un mecanismo colectivo utilizado para
interpretar la realidad, por eso es que ninguno de los personajes de la película,
incluido Alex, puede evitar concebir un mundo que separe a la población en
hombres y mujeres, dado que ésta es su
realidad.
Dentro
del contexto donde se desarrolla la historia de Alex, la intersexualidad es
vista como algo “antinatural”, digno de repudio y humillación. Al ser incapaz de definirse, Alex
resulta una clase de amenaza para el resto de la sociedad, ya que no pertenece
al orden que previamente se ha establecido, se sale de la norma, motivo por el cual es rechazada dentro de la misma. Dicha
exigencia de tener que definirnos provoca en Alex un estado de mucha confusión
y miedo, lo cual propicia que ella se sienta “diferente” al resto porque hay
algo “mal” con su cuerpo.
“Lo normal se construye a partir de valoraciones que expresan ciertas preferencias e, inevitablemente, ciertas discriminaciones (Villalpando, 2007)”.
A continuación les comparto un artículo elaborado por Irma Villalpando, el cual me pareció muy interesante. Éste incluye reflexiones acerca de lo polémico y cambiante que puede resultar el concepto de norma, basándose en dos autores: Georges Canguilhem y Michel Foucault.
Por su parte, en cuanto a las características que tiene el sentido común, de acuerdo a Geertz, éstas las identifico en la película de la siguiente manera:
- Naturalidad: se nos inculca la idea de que solamente existe lo femenino y lo masculino, por tanto, las personas intersexuales salen de lo "natural" y son vistas como seres anómalos.
- Transparencia: la intersexualidad tiene un gran estigma social, motivo por el cual es un tema del cual se prefiere no hablar y mantener en secreto.
- Practicidad: al creerse que la intersexualidad se da con poca frecuencia en nuestra sociedad ésta genera mucho ruido, ya que al no poder incluirla dentro de un orden, dicha condición se vuelve innecesaria.
- Asistematicidad: cada cultura verá a la intersexualidad y actuará ante ella de acuerdo a las representaciones del mundo que haya forjado a lo largo de su vida.
¿Habrá alguna relación entre nuestro sentido común que dicta que sólo existen dos sexos y la manera en que está organizada nuestra sociedad?
Yo opino que sí. Nuestro sistema de organización social dicta que sólo pueden haber dos sexos (hombres y mujeres), y las construcciones que se han hecho en torno a dicho sistema son mayoritariamente patriarcales, por tanto, la mujer ha sido marginada a lo largo de varios siglos. A partir de estas construcciones en las que se enaltece lo masculino se puede jerarquizar y establecer un orden dentro de una sociedad determinada.
Debido a esta jerarquización es más factible que un hombre logre obtener un puesto de mayor prestigio y/o mejor remuneración que una mujer, ya que erróneamente se cree que ellos están mejor preparados para éstos. Sin embargo, muchas veces son las mismas mujeres las que engrandecen las cualidades masculinas y ellas solas se desvalorizan y desmotivan al sentirse incapaces de sobresalir (no sólo en el ámbito laboral, sino en cualquiera) debido a su condición biológica, fomentando de esta manera que se siga estigmatizando a la mujer.
En cuanto al ámbito escolar, en mi carrera (Psicología) los puestos directivos son administrados tanto por hombres como por mujeres (por ejemplo, la coordinación actualmente está a cargo de un hombre, pero hace apenas unos años la ocupaba una mujer). No obstante, la mayoría de las personas que estudiamos esta carrera somos mujeres (en mi generación somos 14 y sólo 1 es hombre), así como el personal docente es primordialmente femenino, cosa rara ya que los mayores exponentes en la psicología son precisamente hombres (Wundt, Freud, Watson, Skinner, Rogers, Piaget, Vygotsky, entre otros...).
En general, en la Ibero los puestos directivos, docentes y administrativos son ocupados por hombres y mujeres indistintamente. El único puesto que siempre está a cargo de un hombre es el del rector debido a que éste debe ser ocupado por un jesuita.
Como sabemos, actualmente se han llevado a cabo gran cantidad de movimientos que buscan la equidad entre hombres y mujeres, lo cual ha repercutido en muchos lugares del mundo gracias a las redes sociales y a varios artistas que se han encargado de hacer llegar los mensajes de igualdad, fomentando de esta manera que, poco a poco, hombres y mujeres sean valorados de igual forma y ambos tengan acceso a las mismas oportunidades. Sin embargo, también es necesario que se empiece a hablar de un "tercer sexo", es decir, de las personas intersexuales, de tal manera que ellas también sean tomadas en cuenta y logren ser incluidas dentro del orden social.